Archivo de Cimafunk

EL POTAJE DE CIMAFUNK Y LAS TARJETAS MAGNÉTICAS

Posted in Humor costumbrista with tags , , , , on febrero 17, 2020 by mercybroma

Por: Mercedes Azcano Torres
Volvía Lalo cargado de jabas y de estrés por los excesivos precios de los productos en el agromercado. La culpa es de mi hermana Martica, se dijo, si no hubiera escuchado la canción “El Potaje”, de Cimafunk, en la emisora Radio Progreso, no se habría antojado de cocinar un potaje hoy.
A Lalo casi se le va el aumento salarial en la aventura de adquirir los ingredientes, por eso se dijo a sí mismo que de ahora en adelante en su hogar solo se oiría Radio Reloj. Metido en sus pensamientos llegó al portal, donde le esperaba su amigo Ismael.
–Te juro que a causa de Cimafunk estoy a punto de dejar el yoga y meterme a faquir, que lo único que había con vergüenza en ese agro era la berenjena, morada de tanto bochorno.
–Mi´jo, desmaya el tema o te dará un infarto, qué culpa tiene el pobre Cimafunk de que abunden los cara de guaguas, apúrate que mi tía Ángela me avisó de un mensaje de correos y no puedo encender la computadora –dijo Ismael.
Juntos, entraron a dejar las compras en la cocina. Lalo sirvió agua para ambos, pero se excusó que no estuviera muy fría por una avería en el refrigerador.
–Te hace falta uno nuevo, de esos grandotes que se pueden comprar con la tarjeta magnética en moneda libremente convertible –bromeó Ismael.
–Algún día lo compraremos y te tocará a ti poner las cervezas para celebrarlo.
De camino a casa de Ismael, empezaron a discutir el tema de las tarjetas. Lalo exponía las ventajas y el amigo le ripostaba:
–Eso no es pa’ nosotros, te comprarás el frío cuando la rana críe pelos.
Ya en la habitación donde estaba la computadora, mientras intentaba establecer la conexión, Lalo retomó el tema:
–Ismael, deja de hablar boberías, esas tarjetas son para todo el mundo, así la gente no tiene que comprarle a quienes traen los efectos electrodomésticos de México o Panamá, los equipos tienen garantía y las divisas se quedan en el país para reabastecer a las tiendas recaudadoras.
– ¿Te estás oyendo?, a ver dime, cuántos años tienes que trabajar para empatarte con la motorina. Y después está el tema de las colas…colas en el banco para sacar la tarjeta…colas en la tienda para comprar…
–Y cola para firmar el nuevo contrato con Etecsa en enero –lo embromó Lalo- que tu teléfono no da tono y si se rompió no podemos conectarnos.
Ismael refunfuñó pensando en lo absurdo de empezar el año en una cola, para firmar un contrato con la misma empresa cuyos representantes hablaban tanto en televisión del tema de las comunicaciones y la informatización de la sociedad, le zumbaba el mango.
Por suerte apareció el tono, Lalo logró conectarse y al revisar el correo encontró el mensaje de la tía. Aquello daba risa, y es que Ángela le pedía al sobrino que se hiciera una tarjeta magnética para depositarle un dinerito destinado a la adquisición de un televisor.
–Viste, tú tan preocupado con lo de la tarjeta, y ya estamos a punto de ver la pelota en tremendo pantallón, ahora sí puedo seguir el consejo de Cimafunk: “me voy pa’ mi casa, pero si tú quieres me voy pa’ la tuya”.